miércoles, 2 de diciembre de 2009

Caramelos amargos.

Te he traído flores. Si abres la puerta podrás ver como brillan mil colores en mis manos; rojos, azules, amarillos y violetas claros. Si quieres puedo dejarte amor (mis ojos, mi corazón) de propina. Te los ganaste el día que me ayudaste con lo de mi “accidente”. Ahora ya estoy bien, ¿lo ves? Vengo a verte por las mañanas y no puedes decir que no sonrío. No estoy radiante, pero si contenta.
Me das un abrazo y el frío de mi pecho agradece tal acción. Qué alivio sentir ese olor otra vez. ¿Me invitas a pasar? Ya estamos subiendo las escaleras. El suelo está tapado por distintas alfombras de colores oscuros. En el otro hemisferio, el techo está repleto de suciedad, y una lámpara vieja se espera en el centro de la sala, arriba, arriba, muy arriba, ni siquiera con una escalera yo iba a llegar.
Bueno, dices. ¿Qué tal?
Me has mirado los ojos varias veces en poco tiempo. Tienes miedo, no me lo has dicho pero no es necesario. No te preocupes, pienso. Pero no te lo digo.
Sin que te des cuenta, mientras vas a por galletas y café, hurgo en tus recuerdos. Los cajones están llenos de facturas, álbumes, fotos y caramelos. Caramelos. Creo que si como uno alguna vez voy a vomitarlo al instante. Nunca me han gustado estás cosas tan… ¿químicas? Son como antinaturales, no sé.
Ya has vuelto. Qué montón de letras que tengo en mi garganta, jope. Cojo la taza de café, y sin ponerme azúcar en él, me lo tomo de un golpe. Está fuerte. Y caliente. Pero muy bueno. Ahora las letras ya han resbalado hacia abajo.
Nos miramos. Intuyo que lo has descubierto. Me das miedo, pero eres la única persona a la que podía acudir.
-No te voy a dar el dinero –me dices, una vez estoy fuera de tu casa.
-Por favor, hija. Eres mi última esperanza.
-Y la primera mamá. Pero sabes que no te voy a ayudar a que vuelvas a estar como antes.
-Vamos, cariño, abrázame.
-No, ahora ya no, mamá.
Y cierras la puerta. Como si lo que hay fuera en las calles no te importara. Como si la lluvia que cae del cielo fueran tus caramelos.
Me he olvidado donde vivo, no sé cual es el tren que he de coger para volver a donde quiera que esté mi hogar. No sé si ésta noche también podré conformarme con solo un par de cigarrillos, no sé si quiero vivir un mañana. No sé. Quizá.

5 comentarios:

  1. Oh! :)
    M'he llegit els dos textos que hi ha, i m'encanten els dos pero especialment el primer: "el principio". Mentre el llegia t'imaginava en cada situació que deies, encara que no se quina cara que fas ni de quin color son les teves pigues, però nosé m'ha agradat molt i a part m'he sentit indetificada en molts moments, vaja que ens assemblem.

    Veig que ets de Banyoles eh? Jo conec a gent de Banyoles, jajajxd. Jo estic bastant a prop, soc de Vidreres, nose si sabras on és, la majoria no ho sap.
    Veig també que tenim coses en comú, com en Carlos Ruiz Zafón, el Cub de los Poetas Muertos, Los Amantes del Círculo Polar i el vermell. T'agrada el vermell? Perquè a mi em fascina.
    Jo també et segueixo :)

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  2. jajajajajjajajaxd lu de les pigues no em preguntis perquè ho he posat perquè la resposta és que no ho sé, mentre escrivia m'ha sortit així... :)

    Sisisi, millor queda't amb que soc de Girona, jajajajxd.
    unpetó, i ànims amb el batxillerat! Per cert, quin fas? Jo l'humanístic.

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  3. Me gusta!;)
    Al igual que tu blog.

    Besazos, creo que el cometido de tu blog es un poco el mismo que el mío.

    Besazos!

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  4. Eii, que no sé pas si t'has conectat encara o no però vaja que jo t'he agregat i encara no te vist pel msn, potser has tingut feina i no t'has conectat però per si de cas et deixo aquí el meu msn perquè m'agregis tu, alba_agui9@hotmail.com

    unpetonàs preciosa :)

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Como en los viejos tiempos