miércoles, 3 de marzo de 2010

Todo depende del tiempo.

Hoy vi como te morías. Lo vi mientras iba en tren y miraba a través de las ventanas de emergencia. No fue solo una vez, imaginé que te morías de mil maneras distintas. Y me sorprendí al ver que no me gustaba la idea.
El cielo era negro mientras el gris de la carretera parecía distinto al que otras veces. Yo lloraba, sin parar. Nadie reparó en esa agua salada de mis mejillas porque cuando lloro, no hago ruido. No quiero que nadie se entere de que mi corazón está hecho micas.

Te vi dentro de un ataúd. Toda la gente estaba alrededor de esa caja marrón (que por cierto; ¡que bonito marrón!) y lloraban desconsoladamente. Yo permanecía apartada de la multitud, con la vista gacha y sin mostrar ningún sentimiento. Solo miraba a la nada, sin saber muy bien como colocar todos los momentos pasados a tu lado. De repente yo me caía, todo el mundo se marchaba, yo cogía tu mano y gritaba. Gritaba mucho, mucho. Las palabras que salían de mi boca eran de amor, de odio, no me acuerdo.
Tus ojos estaban cerrados, tus labios entreabiertos. Y yo, destrozada, abierta de heridas por siempre jamás.
Mientras tu mano se encontraba dentro de las mías, yo te decía muchas cosas. Esta vez eran cosas realmente bonitas (tan bonitas que seguramente, -y aquí es en la parte en que me di cuenta de que eso no era la realidad- yo no podría haberte dicho nunca).
Yo te besaba. Te besaba y te besaba y tú no sabías a nada. Y yo me sentía vacía, no tenía color ni nada para llenarme.

De repente el ipod se paró. Todas las canciones tristes se terminaron y no tuve más imágenes que inventar. Cogí mi libreta amarilla y apunté todas las cosas que acababa de vivir dentro de mí. Hoy solo vi como te morías. Lo vi mientras iba en tren y miraba a través de las ventanas de emergencia. No fue solo una vez, imaginé que te morías de mil maneras distintas. Y me sorprendí al ver que no me gustaba la idea.

22 comentarios:

  1. Pues se ve que lo quieres "mucho" porque cualquiera se sueña con que regresa, con una vida juntos, hasta con ifidelidades pero con que se muera!!! ahí sí que SONASTE!!!!

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  2. yo también tengo una sucesión de cancioens tristes , pero cuadno veo que me estoy liando la cabeza demasiado, cambio a las alegres.

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  3. No podría vivir sin la música: es increíble cómo puede hacernos reflexionar. Exactamente igual que un muy buen texto. Como éste.
    Besazos azules.
    Lena

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  4. Genial el recurso de repetir el principio, eso siempre me ha gustado. :-)

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  5. ¡Jolín! ¡Pero qué clase de persona se dedica a imaginar que otra se ha muerto! Anda, nada, que se ponga a imaginar cosas chulas y no esas tan tristonas.


    (un oso
    con orejeras
    para ti)

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  6. Claro que no le gustaba, a nadie le gusta ver como la gente se muere! muás

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  7. Jobá, a mi no me gustaría nada ver eso, aunque no fuese real. Probablemente cambiaría la canción enseguida.

    Un beso :)

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  8. A veces se para el momento externo,para vivir lo interno y yo pienso que en realidad se vive más por dentro que por fuera.

    Todos tenemos nuestro propio mundo,y en él pasa lo que queremos pintar.


    MUA

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  9. me gustaría poder escribir lo que, leyéndote, he pensado. pero es imposible.

    estoy viendo nevar por primera vez en este país, a mi edad. ¿será verdad que todo depende del tiempo, y por eso que me quedo inmóvil ante tus textos?

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  10. Caramba caramba caramba.

    Yo que tú le daría los besos vivo, ya que cuando esté muerto no se va a dar mucha cuenta.


    Besos de frigopie.

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  11. Me gustan los viajes en tren. Imaginarme historias de vidas y también de muertes. De instantes que cómo pasa en los trenes, sólo los tienes una vez!

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  12. A veces también imagino que se muere alguien querido...y tampoco me gusta la idea!

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  13. Aprobecha y dale ahora todos los besos que te apetezcan, sin orgullos ni malos sentimientos. Y dile todas las cosas maravillosas que piensas a esa persona. Será genial que lo sepa en vida ;)

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  14. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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Como en los viejos tiempos