“Salía de su casa para arrojar toda la basura al container. Llevaba zapatillas de color rosa y un pijama amarillo de pajaritos dibujados que no se había quitado en todo el día. Miró al cielo, y justo en el momento en que se estaba limpiando las manos, su marido salió por la ventana y le gritó algo hermoso. Te quiero, le dijo. Y ella sonrío para sus adentros.”
“Esperar en un dentista era la cosa que más odiaba en el mundo. Era horrible perder el tiempo en semejante sitio. Niños llorando porqué les estaban a punto de poner aparatos o de sacar algún diente. Uf. Y además, las revistas que había para hojear estaban entradas en la lista de las peores-cosas-que-se-podían-leer-en-la-vida. Esperaba su nombre con ansías, pero cada vez que entraba la secretaria y deletreaba el nombre de un paciente, nunca era el suyo.”
“Le habían dado el examen y había suspendido. ¿Cómo pudo suspender? Lo tenía aprendido letra por letra, punto por punto. Era imposible. Se intentaba auto convencer pero era inútil. Siendo sincera, le daba igual la nota que había sacado, lo que le daba rabia era que su madre no le iba a comprar esos zapatos tan bonitos que había visto en el centro comercial.”
“Recoger las cosas de su hijo se le hacía pesado. Su esposa estaba cocinando y él estaba cansado, ¿tan difícil era de entender? Lo que más hubiera agradecido en ese instante hubiera sido tumbarse en el sofá y darse un baño terriblemente caliente. Dinosaurios, súper-héroes, Pokemos… Trabajaba cómo un condenado, y total para comprar esas chorradas.”
“No le gustaba envolver regalos. Nunca había sabido porqué la habían asignado en ese puesto, pero tampoco podía permitirse quejas. Cilíndricas, cuadradas… no importaba la forma que tuvieran las cajas. Eran todas demasiado feas para no ser envueltas. Celo, tijeras, celo, tijeras. Llevaba ya así tres meses y aún no habían llegado las navidades. Sólo de pensarlo se ponía enferma.”
“Salió de su casa con las mejillas enrojecidas. Se había enamorado, y ella aún ni lo sabía.”
Rutinas y sonrisas, si las combianas obtienes un auténtico cóctel de delicias.
ResponderEliminarMientras tanto, intentas recordar el sabor, si alguna vez lo probaste.
:)
Cómo me ha encantado esta entrada (: Será que no hay miles de historias sucediendo en este mismo instante, historias mágicas o tristes. Pero todos tenemos algo que contar, aunque sea efímero.
ResponderEliminarLa primera es preciosa (L)
Y respecto a la del examen, la próxima vez se esforzará el doble seguro n_n
besito :*
Seguro que si pienso... te puedo decir qué estaba haciendo yo ese día, eso sí, no estaba enamorándome, eso lo tengo claro.
ResponderEliminarUff, ¿qué estaréis haciendo en este justo momento en el que yo estoy aquí escribiendo? ;)
ResponderEliminarque bonito, es impensable lo que puede pasar en un momento y no darte cuenta!
ResponderEliminarmuuuuuuá.
Genial. Yo estaba... perdiendo el tiempo, tal vez. :P
ResponderEliminarY yo estaba cogiendo un taxi a la salida del trabajo para llegar a tiempo a ver el espectáculo Saltimbanco del Circo del Sol... Curioso texto. Kisses!!!
ResponderEliminarpara ese día yo ya estaba enamorada, y sigo...
ResponderEliminarsalud
cuantas vidas pululando por ahí sueltas. Menos mal que tú nos cuentas algunas. La del pijama y el Te quiero es mi favorita :)
ResponderEliminarestas cosas tan originales me encantan
ResponderEliminarPorque hay multitud de historias circulando a nuestro alrededor...
ResponderEliminarDe todas, la que más me gusta es la última.
ResponderEliminarSiempre somos los últimos en darnos cuenta de eso.
Como la vida misma...
ResponderEliminarcada día te superas ;)
un beso grande
esas cotidianeidades, como las escribes tu, hacen qe parezcan interesantes.
ResponderEliminarOriginal entrada. besos.
ResponderEliminar¿Qué haces un...?
ResponderEliminarMe ha encantado. Precioso.
Prometo pensar que estaba haciendo.
El último es el más bonito :)
ResponderEliminarHacendado me hallo. Increíble. Dios, es que nunca sé qué decir!! Aaaaaagh!
ResponderEliminarCuidate. E.
Pensamientos de personas muy diferentes, pero que tienen una cosa en común: todas son únicas y especiales:)
ResponderEliminarBesos con sabor a lluvia;)
Menos mal que no escuchamos los pensamientos de las personas, me conformo con que me cuentes un poco de sus vidas.
ResponderEliminarMe quedo con la última :)
Veo que el 22 de septiembre ha sido muy importante para tí, porque lo nombras en varias entradas.
ResponderEliminarAhora solo te queda hacer que todos los días sean igual de importantes ;)
me gusta la gente que está enamorada sin darse cuenta. los miro por la calle, con los ojos llenos de luciérnagas y el amor pegándoles fuerte en cada rincón del pecho, y me hace sonreír lo bonito que resulta que ellos no se enteren de nada mientras tú lo ves en luces de neón sobre sus cabezas.
ResponderEliminar(cosquillas
de elefante)
Estoy con la Dara totalmente. Una chica enamorada... sin darse cuenta. Es tierno, y además llamativo entre todas las cosas.
ResponderEliminar:)
Una entrada preciosa. Me gusta pensar que soy una protagonista más de tu texto pues yo también estaba el 22 de septiembre a las ocho en algún rinconcito....
ResponderEliminarGenial.
Las rutinas a veces se vuelven toscas..
ResponderEliminarMe encanta(L)
ResponderEliminarSiempre me ha gustado mucho que tengan diferentes historias, y si se conectan mejor.
muá
enrojecida. Apa, la última me suena tan real como si yo misma fuera protagonista (¿o quizá sos vos, ella, y la otra y la de la esquina también?) me fascina ina ina, pero eso ya lo sabes(:
ResponderEliminaruna vez viví un 22 de septiembre mágico, mágico con letras mayúsculas. Desde entonces esos días me traen un sabor dulce a la boca.
ResponderEliminarEl mismo sabor dulce que me ha traido tu entrada.
:)
Creo que me he enamorado, pero no estoy segura. ¿La gente de mi alrededor lo notará? :)
ResponderEliminarMe ha encantado, diferentes historias del día cotidiano:)
besiitos.
Está muy bien escrito. Un día da para tanto, solo tendríamos que tener los cinco o al menos, cuatro sentidos conectados, recogiendo todas las señales que nos envian.
ResponderEliminarMe gustó mucho, es diferente, original como ha escrito alguno de tus comentaristas.
saludos.
Intenso.Como el devenir de los días.Genial como lo has contado.Desde luego que el último es el que guarda la magia.Un abrazo y enhorabuena por contar así un puñado de horas.
ResponderEliminarEs extraño que en el mundo haya tantos sentimientos y pensamientos dispares en un mismo momento. Es extraño y a la vez genial, como tu entrada :)
ResponderEliminarUn besito muy fuerte.
Y qué ha pasado a día de hoy con todos ellos? Sobretodo con la última y la primera.
ResponderEliminar(me encanta)