Hoy he sacado el árbol de navidad que tenía guardado en las golfas. Olía a polvo y sus aguzadas ramas artificiales me pinchaban las manos.
Con el papel de cocina he improvisado unas bolas pequeñas de adorno, y mientras las colgaba en cada varilla, me he puesto a llorar.
Las luces que colgaban, se encendían cada dos segundos convirtiéndose en un pequeño e inexistente fulgor que se reflejaba en mis mejillas mojadas. La navidad siempre empieza así de triste.
Cuando he terminado me he levantado y he rodeado el abeto. Había quedado precioso. Demasiado romántico todo. Demasiado destructor.
He cogido la parte superior de él y le he puesto una estrella. De las bonitas, como si fuera un recuerdo de oro.
Por la comisura de los labios se me escapaban mil suspiros. O quizá palabras de esas que no deben decirse nunca.
He bailado un poco a su alrededor, y cuando las lágrimas se han secado en el pecho de mi camiseta, me he ido del comedor y me he metido en la cama.
.
Ahora que lo pienso bien, creo que me he confundido.
Esto no fue hoy. Esto fue el año pasado.
Y no era un árbol. Eras tú.
Madre mía, que pedazo de entrada, joder.
ResponderEliminarMe ha encantado, de las mejores.
:)
Miedo me da sacar el portal de Belén :)
ResponderEliminarGenial!!!
Estaba pensando... mira que casualidad que yo hoy en el trabajo también he puesto el árbol de navidad pero al llegar al final del texto he sentido un tremendo escalofrio. Kisses!
ResponderEliminarPor eso prefiero los árboles naturales, que cada año viene uno nuevo al que colgarle historias y luces intermitentes.
ResponderEliminarese final me ha re-matado.
ResponderEliminarla Navidad siempre me parece triste triste....
los cuerpos van y vienen
ResponderEliminarla navidad siempre está.
A veces pienso que lo que nos da más miedo es lo que permanece
a mí la navidad me pone contenta... el resto del año soy de los pesimistas, pero parece que llega diciembre y se me curan las lágrimas...
ResponderEliminarojalá fuera así también para la bonita chica del texto...
(mimo)
pero que el chico este era de madera entonces jaja (que mal chiste).
ResponderEliminarBailar alrededor de algo tan profundo pero inerte como un árbol, es algo bien de pesimistas pero confundirlo con un árbol de navidad... Es que aún tienes esperanzas de que reviva. Y eso, es al menos ser, más allá de un pesimista contrariado, uno esperanzado(:
ah, por cierto, tienes un premio en mi blog (:
ResponderEliminarHace 5 años que no pongo adornos de Navidad, creo que he dejado que se evapore mi espíritu navideño...
ResponderEliminaruff, de mis favoritos.
ResponderEliminarAhora saca el árbol y no llores. Y sigue escribiendo así de bien.
ResponderEliminarla navidad y sus cosas... :/ los árboles del año pasado mejor que se queden en el armario, hay que renovarse :)
ResponderEliminar¡Qué final más increíble! Me ha gustado mucho, mucho.
ResponderEliminarUna bolsita llena de sugus de cereza.
joder, menudo final. me has quitado las ganas de poner el árbol. muás :)
ResponderEliminarImpresionante el final, que bonito...
ResponderEliminar"Por la comisura de los labios se me escapaban mil suspiros. O quizá palabras de esas que no deben decirse nunca."
Sin palabras..
Un beso :)
menuda preciosidad.. ¿de dónde sacas esas ideas? ¿de dónde sale toda esta ternura, en serio? pf, ha sido genial.
ResponderEliminarPues sí, y fastidia un montón, porque uno solo no hace nada con tanto lazo, la verdad.
ResponderEliminarNo sé si alegrarme o no porque lo entiendas tan bien, porque debe ser jodido.
Aquí un pesimista al que le encanta la Navidad. :-)
ResponderEliminarjo qué penita al final...
ResponderEliminarsi es que no se puede sacar el árbol de Navidad con el corazón desnudo :)
La navidad viene sin punto medio, puede ser o muy triste o muy alegre. Si echas de menos a alguien, ya no quieres que llegue; y no obstante, es una de las más bonitas épocas del año.
ResponderEliminarY por cierto: si no tens el que estimes, estima el que tens (:
D'on ets? Jo d'un poble a prop de València! :D
jo-der
ResponderEliminares tan...
uf!
me ha gustado :)
MARAVILLOSA ENTRADA CON MAYUSCULAS!!!!
ResponderEliminarJoder, es PRECIOSO.
ResponderEliminarTus textos son increibles, y tienen esa increible capacidad que me inspira a escribir(:
Me he emocionado al leerlo. Besos.
ResponderEliminarle pusiste a tu gusto y antojo entonces.. jeje
ResponderEliminarentonces, ¿has repetido?
ResponderEliminar¿a quién no le sale la nostalgia con la navidad?
me has matado.
ResponderEliminarPD: tranquila, que es bueno xd
la navidad es un arma de doble filo.
ResponderEliminarQue hermoso escribes, una entrada maravillosa.
ResponderEliminarTe sigo :)
Que cosa no, siempre hay personas que estan y que no. Dejan marcadas nuestras vidas para siempre por aquello que signican pero de repente ya no estan más.
ResponderEliminarEso duele.
Qué bonita entrada!
ResponderEliminar"Demasiado romántico todo.Demasiado destructor".Y ese final...Tremendo.Un abrazo
ResponderEliminarel final es genial...
ResponderEliminarcreo que un texto sin un final genial como este, pierde bastante la verdad...!:)
muah
Por eso no me gusta poner arboles.
ResponderEliminarGenial ese final, geeenial! :)
Nadie dijo que la navidad fuese algo alegre. Si pensamos en su origen, celebramos el nacimiento de un niño que desde pequeño sabía que moriría jóven, de una forma espantosa, por defender sus ideas.
ResponderEliminar¡Qué maravilla!
ResponderEliminarcreo que antes de nada, deberías regalar esa árbol de navidad para alguien que lo pueda necesitar o incluso, si me apuras y a pesar de la crisis, tirarlo a la basura y comprar un árbol nuevo. Tampoco supone mucho esfuerzo: hay abetos artificiales de color blanco, otros con diferentes tonalidades... todo para recordar aquello que se deja atrás.
ResponderEliminarPreciosas palabras, que hacen sentir.
saludos.
demoledoramente buena! ;D
ResponderEliminarRealmente sorprendente y encantador el final. Nunca he sido de esas persona que encuentra la navidad encantadora, tal vez las luces de las calles y la felicidad de la gente comprando regalos, tal vez no es aconsejable empezarlas nunca.
ResponderEliminar¡un beso!
Una no se espera que sea él. Te deja sin aliento.
ResponderEliminarUn muá gigante.
No me gusta poner el árbol de navidad, pero no por los recuerdos como a ti, sino porque siempre me parece que me queda horrible.
ResponderEliminarPero bueno, incluso si queda perfecto y hace sentirse mal, no es tan buena idea sacar los adornos de las cajas y ponerlo.
Si quieres pasarte por mi blog te cuento que tengo unos premios por si quieres unirte, te espero :)
ResponderEliminarUn beeeesin ^^
¡si es que los árboles de navidad nunca traen cosas buenas! (y menos esos nuevos que ya no son verdes, si no de colores chillones)
ResponderEliminarFantástico final!
ResponderEliminar:) Hay Navidades tristes y Navidades increíbles.
ResponderEliminarEste año, creo que te ha tocado de las primeras con un toque de melancolía, pero habrá otro que todo brille más y todo sea más romántico... ¡y fliparemos con tus textos cuando estén en modo positivo! :)
Un besito.. Y felices fiestas ^^
me ha gustado mucho! el final es genial :)
ResponderEliminarLa última linea es la clave!(L)
ResponderEliminarunbesitto y feliz navidad!=)
Entonces sí que era precioso, ¿no? Más que un árbol de Navidad muy bien montado.
ResponderEliminarEchaba de menos pasarme por aqui y leer estas cositasssss.
bff.. que final! me encanta como escribes. :)
ResponderEliminarMuchas felicidades!!
ResponderEliminarMe encantó la entrada. Hasta el próximo año.
Un abrazo
Nunca, nunca nada es igual.
ResponderEliminarA cada segundo nos renovamos.
La navidad deprime al mundo.
ResponderEliminarFeliznavidadprincesa*
Lo leí hace tiempo y ahora he vuelto a tu blog de casualidad y lo he vuelto a leer. Muy buena.
ResponderEliminarUn saludo.