viernes, 12 de febrero de 2010

Anna no quiere salir de casa un lunes por la mañana.

Tengo la sensación de que las personas son de mentira. En cualquier momento espero que el vianante que va delante de mi desaparezca. Miro sobre mi cabeza y imagino las palomas explotar. Contaría la gente para luego decirles: menos tres, ¡piérdete!
Cojo una manzana de la cesta azul. Contraste. La fruta está roja como los labios de Barbie en una fiesta. ¿Por qué me preocupo tanto? Ya me lo decía mamá: ¡cuántos pensamientos inútiles hay en tu cabeza, hija mía!
Acabo de darme cuenta que no se atarme los cordones de los zapatos. Quería salir un rato por el parque, pero cuando me he agachado para hacer el lazo, las fuerzas se fueron escaleras abajo.
No entiendo nada. Mi cabeza dice si y mi corazón dice tal vez. Fracaso todos los intentos y no tengo pensamientos buenos. ¿Desde cuándo soy tan pesimista?
Estoy dando vueltas por la casa. No puedo salir. Ni siquiera se donde he puesto las llaves. Me da miedo bajar al sótano, está lleno de recuerdos.
Palpo la maqueta granate mientras entrego mi cuerpo al suelo. Qué buen frío hace en esta casa.. Parece que esté nadando en un mar de sangre helada.
Mañana intentaré comprar unos zapatos con belcro, así la pereza cederá.
Me levanto. Estoy cansada de no hacer absolutamente nada. Qué mierda de día hace. Mejor me quedo en casa, con mi perro y un buen chocolate. Cuando mamá aún vivía me lo hacía sin que yo se lo pidiese. A veces lo deseaba como nada en el mundo, y al cabo de tres minutos ella venía con una sonrisa en la cara y con ese dulce capricho.
Qué buena era mamá. A veces aún pienso en ella.
Maldita sea la persona que quería que mamá explotara.

21 comentarios:

  1. Una "simple" taza de chocolate...

    Buena entrada, muy BUUM! ;)

    besos desde francia

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  2. yo a veces también quiero que mama explote, y no me sé atar los cordones.
    pero bueno..
    es ley de vid.a

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  3. Así como tu querías que alguien explotara, alguien se lo deseo a ella, y alguien seguramente te lo deseara a ti y a mi, y al resto del mundo.. Pero supongo que sino, no habría equilibrio, no?

    Bajar al sotano de vez en cuando, con una buena taza de cage/chocolate/leche caliente, hace muy bien para seguir adelante con belcros o lazos. Inténtalo (:

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  4. Los lunes también pueden ser buenos días, pero la verdad es que lo tienen bastante más difícil que los martes...

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  5. Vaya... curioso y extraño, pero me ha encantado!

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  6. me he quedado sin palabras. pero quería decirte lo mucho que me ha gustado. <3.

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  7. Me encanta, es un texto que te hace pensar en los pequeños detalles de la vida.
    Espero que un día llegues atarte los cordones, ya que yo conseguí hacerlo,:)

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  8. ella te sigue sonriendo, seguro :)

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  9. Me ha encantado tu entrada, ha creado imagenes en mi mente de un vivo colorido, gracias!

    muuuuaksssssssss

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  10. qué bonita, ella sigue ahi.. ^^
    no le podemos gustar a todo el mundo
    besos! ^^

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  11. Siempre vemos las cosas desde nuestros zapatos cuando empezamos a ver las cosas desde el zapato de todo, cuando nos ponemos en el lugar de todos entonces empezamos a ser grandes. Un abrazo y tú con tu chocolate y yo con mi café cargadito y BIEN helado. Chau

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  12. Un relato extraño...¡pero es genial! Tiene un final impresionante, como una vuelta al inicio.
    Un 10, en serio. Me ha encantado.
    Besazos y libros de poemas.
    Lena

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  13. Los lunes por la mañana siempre son una mierda. Espero que Anna encuentre unos bonitos zapatos con belcro, que atarse los cordones es un rollo.

    Un beso :D

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  14. Los lunes por la mañana,es precisamente lo que tendría que explotar.



    MUA!

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  15. Ven, que te enseño a atarte los zapatos.


    (un mimo
    y un gato
    azul)

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  16. Un taza de chocolate caliente.. mmm..
    lo que daría por eso ahora mismo! :)

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  17. Los cordones son de lo peor y más los lunes, que son tan agobiantes. Muás

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  18. Nadie quiere salir los lunes por la mañana...

    Es cierto que una taza de chocolate caliente puede ayudar a encontrar las energías.

    Muy bonito.
    Saludos,
    YoMisma

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Como en los viejos tiempos